Centcelles es un magnífico conjunto arquitectónico que nos traslada a finales de la época romana en nuestro territorio. Dentro de la sala principal se conserva gran parte del mosaico que decora la cúpula, un hecho excepcional en sí mismo.
Sin embargo, Centcelles esconde todavía muchos enigmas por resolver y sigue siendo objeto de estudio de muchos especialistas. ¿Cuándo se construyó? ¿Para qué? ¿Cuál es el verdadero significado del mosaico? ¿Quién residió allí?
Esperamos que en un futuro se pueda dar respuesta a todas estas cuestiones.
El Conjunto romano de Centcelles que podemos ver hoy se erigió a principios del siglo V d. C. A lo largo de la historia, ha tenido diferentes usos que le han dado su aspecto actual.
En la Edad Media, el conjunto se convirtió en la iglesia del pueblo de Centcelles, abandonado en el siglo XIV. Más adelante, se utilizó como ermita dedicada a San Bartolomé. En el siglo XIX, el monumento pasó a manos privadas. El nuevo propietario, Antoni Soler, transformó el conjunto en una masía y dividió la sala de la cúpula en tres plantas.
En 1959, el edificio fue adquirido por el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid, que hizo excavaciones arqueológicas, además de un importante trabajo de restauración y consolidación de los mosaicos de la cúpula. En 1978, el conjunto fue cedido al Ministerio de Cultura, y comenzó así una nueva etapa de apertura del monumento al público.
Tárraco fue un enclave estratégico de comunicación y de acceso a la Península. Por Tárraco pasaban dos vías principales. Por un lado, la vía Augusta, que hacía su recorrido por la costa y atravesaba la ciudad y, por otra parte, la llamada vía De Italia in Hispanias, que comunicaba Tárraco con el interior pasando por Ilerda (Lérida) y Caesaraugusta (Zaragoza).
La denominación de la vía como De Italia in Hispania demuestra la importancia del puerto de Tárraco como lugar de llegada de barcos procedentes de Italia y de otros puntos del Imperio. Una vez desembarcados, los productos o las personas que llegaban con los barcos podían seguir su camino hacia el interior por esta vía, que en su primer tramo circulaba paralela al río Tulcis (Francolí).
Lejos de saber la función de Centcelles, sí podemos decir que se encuentra en un lugar estratégico: situada muy cerca de la ciudad de Tárraco, junto al río, y al pie de la vía que llevaba hacia el interior.
Si hubiéramos tenido la oportunidad de ver el conjunto monumental de Centcelles en el siglo V d. C., no nos habríamos quedado indiferentes. Nos hubiéramos encontrado con un edificio de grandes dimensiones, una arquitectura que tenía como objetivo impresionar al visitante.
Muros extraordinariamente gruesos realizados con piedra, ladrillos y una gran cantidad de mortero de cal. Salas de grandes dimensiones cubiertas con cúpula. Pinturas y mosaicos para decorar paredes y techos. Estancias con calefacción. En definitiva, una verdadera expresión de riqueza y poder.
¿Quién vivió en Centcelles? Todavía no tenemos respuesta para esta pregunta. Sí que podemos ver, sin embargo, los restos de una parte del edificio que habría tenido funciones residenciales. Desde un patio interior (atrio) se podía acceder a toda una serie de habitaciones y a un conjunto de baños de dimensiones muy considerables con piscinas de agua caliente (caldario) y de agua fría (frigidario).
Por si fuera poco, otros baños más pequeños completan el conjunto con una piscina de agua fría y tres pequeñas bañeras para el agua caliente. Para calentar el caldario se utilizaba un sistema de calefacción (hipocausto), todavía visible.
La parte más espectacular del Conjunto romano de Centcelles es la llamada sala de la cúpula. El grado de conservación, la decoración y su arquitectura contundente nos hacen revivir el esplendor que este monumento habría tenido en el pasado.
Ya en época romana, la sala de la cúpula era el espacio principal del edificio, situada justo en el centro y con una altura superior al resto del conjunto. El espacio estaba ricamente decorado y disponía de un sistema de calefacción. En un extremo de la sala, unas escaleras conducían hacia una cripta subterránea de dimensiones reducidas.
Cuando levantamos la vista hacia arriba, descubrimos la verdadera joya de Centcelles: los restos de un mosaico formado por cerca de un millón de teselas y que cubría por completo el interior de la cúpula. Si la observamos con detenimiento, todavía es fácil identificar algunos de los temas que se representaban, como una gran escena de caza, varias escenas extraídas del Antiguo y del Nuevo Testamento (el buen pastor, el arca de Noé, el profeta Daniel en el foso de los leones y el ciclo de Jonás, entre otros) o la representación de las estaciones del año, de las cuales hoy solo quedan la primavera y el otoño. Otras escenas, difíciles de ver actualmente, nos muestran cuatro personajes entronizados que han dado lugar a múltiples interpretaciones sobre la función del monumento.
¿Cuál fue la función de Centcelles? ¿Por qué se construyó este magnífico edificio? Estas siguen siendo preguntas sin respuesta. A lo largo de la historia, varios estudiosos y científicos han intentado aportar su visión sobre el conjunto.
¿Un edificio religioso? A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, algunos estudiosos propusieron que Centcelles era un edificio de culto cristiano de época tardorromana o visigoda.
¿Un mausoleo? Tras un estudio minucioso del mosaico de la cúpula, los investigadores del Instituto Arqueológico Alemán de Madrid argumentaron que Centcelles era el mausoleo del emperador Constante, asesinado en Hispania en el año 350 d. C. El propio usurpador del trono, Magnencio, habría hecho construir el mausoleo sobre una villa inacabada.
¿Una villa aristocrática? Varios son los investigadores que interpretan Centcelles como una casa de campo. En el mosaico de la cúpula habría la representación del propietario: según algunos el dominus (propietario) y la domina (propietaria), según otros, el obispo de Tárraco.
¿Un campamento militar? Últimamente se ha planteado identificar Centcelles como el núcleo central de la base militar de los ejércitos imperiales que, en el siglo V, intentaron recuperar para el Imperio legítimo romano la totalidad de Hispania, en gran parte bajo dominio bárbaro.
Enero, febrero, noviembre y diciembre:
Marzo, abril, mayo y octubre:
Junio, Julio, Agosto y Septiembre:
Lunes: cerrado
Cerrado los días: 1 de enero, 1 de mayo, 25 y 26 de diciembre.
Días festivos locales: 20 de enero y 1 de agosto, el centro abre de 10 a 14 h. Entrada gratuita.
Última visita: 15’ visita individual / 30’ visita grupos
Entrada: 4,00€ (*)
Entrada reducida: 2,00€
Socios de la "Associació Catalana de Crítics d'Art”, debidamente identificadas
Entrada gratuita:
TIQUET MNAT: 7€
Tarifa conjunta que incluye la visita a las siguientes sedes: Tinglado 4, Necrópolis de Tárraco, Villa romana de Els Munts y Conjunto romano de Centcelles.
Visitas público individual:
Itinerario "El enigma de Centcelles"
4º domingo de mes (de octubre a junio)
De 11 a 12. 30 h
Precio: 5 € por persona. Menores de 5 años (gratuito)
Necesaria reserva previa
Visitas concertadas para grupos:
Duración: 1 hora
Precio: 70 € por grupo (de martes a viernes) / 85 € por grupo (fines de semana y festivos)
Idiomas: catalán / castellano / inglés / francés
Al precio de la visita se le añade el de la entrada al centro.
Necesaria reserva previa.
Información y reservas: 977 25 15 15 / mnat@gencat.cat