Exposiciones
18/06/2010 - 03/10/2010
Museo Arqueológico de Tárraco
Una constante en la actual etapa del Museu Nacional Arqueològic de Tarragona ha sido la programación y la producción de propuestas que tienden a abrir nuevos espacios de reflexión en torno al trasfondo de los procesos históricos y de sus manifestaciones particulares.
Sería absurdo pretender limitar el alcance del significado de nuestro patrimonio arqueológico- por tanto, histórico- a una lectura lineal y restricitva. En este sentido, aquello que nos ha llegado de generaciones pretéritas no es en absoluto semánticamente distinto de lo que estamos generando en nuestro tiempo. Forma, efectivamente, parte de la historia pero, más allá de su materialidad, también contiene y concibe emociones y maneras de entender el mundo y enforcar la existencia.
Un mundo, el de la lectura clásica occidental que a pesar de la pérdida de su organismo ha continuado y continua siendo. Al cual estamos genética y culturalmente ligados: es nuestro inevitable referente del cual sería difícil y deshonroso librarnos.
Con De la memoria a la creación. El orden y el caos, cuatro artistas y el MNAT se han puesto de acuerdo para explorar nuevos formatos a aquella irrenunciable reflexión. Un ejercicio en el cual el eterno binomio orden/caos se resuelve bajo la protectora mirada de algunas y significativas divinidades y seres mitológicos del mundo greco-latín que habitan el museo.
Un ejercicio que pone a prueba los efectos- en estos casos enriquecedores y, por tanto, benéficos- de una globalización que ha permitido- porqué las distancias geográficas y cognoscitivo se han minimizado- contrastar los diferentes puntos de vista de cuatro creadores de raíces geográficas y culturales nada cercanas, pero lúcidamente conectadas en su mundo en el cual ya son pocas las cosas y las manifestaciones que merecen ser consideradas exóticas y/o ajenas. Una globalización, entonces, que ha abierto de par en par las puertas a los procesos de participación en el ámbito de las ideas, de la sensibilidad y del pensamiento. Un nuevo espacio en el cual nada excluye y es fácil identificar afinidades sin tener que renunciar a los matices.